Pocas cosas son tan alemanas como la separación de residuos. En el extranjero, la gente a veces incluso se burla de la meticulosa clasificación. Pero tiene una causa positiva: en Alemania había y sigue habiendo una fuerte conciencia medioambiental. El movimiento ecologista ha contribuido a ello durante muchos años.
Al principio, puede que se limitara al Partido Verde y a la población de las zonas rurales. Hoy, la conciencia medioambiental integral ha llegado al centro de la sociedad alemana. Es algo de lo que debemos estar orgullosos y por lo que merece la pena vivir en Alemania. Si todos los países se preocuparan tanto por preservar el medio ambiente, el planeta Tierra estaría un paso importante más cerca de preservar su ecosistema. En Alemania, la preocupación por el medio ambiente suele comenzar en la infancia.
Muchos jardines de infancia también proporcionan información sobre el medio ambiente, del mismo modo que el hogar paterno inculca importantes conocimientos sobre el sistema biológico en la mente de los niños. La curiosidad por los animales y las plantas despierta de forma natural en los niños a partir de cierta edad. En Alemania, este interés también se alimenta con la información adecuada. Desde una edad temprana, las personas se familiarizan con importantes conocimientos sobre la conservación del medio ambiente. Pero el cuidado del medio ambiente también tiene repercusiones positivas en la vida cotidiana. Muchas personas cuidan de un jardín, por ejemplo, o están dispuestas a ayudar cuando se trata de preservar el medio ambiente.
Los ciudadanos alemanes también son más propensos que la media a firmar peticiones para preservar la naturaleza. Es una buena razón para amar este país. Y muchas personas concienciadas con el medio ambiente también aman Alemania por esta misma razón. El cultivo de jardines también ha vuelto a aumentar recientemente en las ciudades. Bajo el epígrafe de jardinería urbana, la gente se ocupa aquí de pequeños espacios verdes. Se cuidan en comunidad y a veces incluso se cosechan en comunidad. La forma económica del procomún experimenta así un renacimiento a pequeña escala. Esto lo aprecian por igual jóvenes y mayores. Casi todos los alemanes participan con gusto en los pequeños proyectos de huertos inteligentes si tienen la oportunidad. El hecho de que los jardines se cuiden con regularidad demuestra una vez más una especial capacidad de organización. No cabe duda de que los alemanes tienen esta capacidad. Y también tiene un efecto positivo en muchos proyectos de cuidado del medio ambiente.
Muchos pequeños proyectos medioambientales han seguido desarrollándose de este modo. El encanto especial de estos proyectos ha convencido rápidamente a mucha más gente de sus ventajas. En Alemania, todo el mundo está dispuesto a hacer una pequeña contribución al medio ambiente. En los últimos tiempos, la apicultura también ha visto crecer el número de recién llegados. Los alemanes se han enterado de la mortalidad de las abejas y muchos han querido hacer algo activamente al respecto. Cuando se trata del medio ambiente, los alemanes no se limitan a meterse las manos en los bolsillos. Los alemanes hacen algo para preservar la hermosa flora y fauna. Disfrutan por igual de los animales grandes y pequeños. En los jardines se plantan flores de colores, así como árboles frutales y plantas hortícolas. A la gente no sólo le gusta cuidar del medio ambiente, sino que también deja que éste cuide de ella.