Los muchos dialectos diferentes son una especialidad particular de Alemania. Confieren a los distintos estados federados su propio encanto. El dialecto suele ir acompañado de un sentido del humor muy específico. Mientras que los habitantes del norte del país cultivan un estilo desenfadado en el lenguaje y el humor, los berlineses han cultivado una forma deliberadamente descarada de expresarse, los renanos, por ejemplo, prefieren divagar.
Cada tipo de dialecto tiene, por tanto, su propio carácter. Aunque hoy en día mucha gente habla alto alemán, los dialectos siguen siendo populares. También hay cómicos y artistas de cabaret que actúan en dialecto. Algunos dialectos tienen incluso nombre propio. Los dialectos suelen tener un vocabulario muy especial para expresar el modo de vida de una región. La visión del mundo de algunas ciudades o estados federados puede expresarse mucho mejor con términos dialectales que con formulaciones del alto alemán.
Por eso, artistas, músicos e incluso poetas vuelven a utilizar hoy el dialecto. Frente a la conservación conservadora de la lengua tal y como se practicaba en siglos pasados, hoy se hace hincapié sobre todo en su renovación y versatilidad. Cuando los músicos recurren a una lengua propia en sus canciones, a menudo la mezclan con palabras de la lengua juvenil o inventan fórmulas completamente nuevas. Al igual que el alto alemán, el dialecto también está cambiando. Otra prueba de que muchos alemanes también aprecian el dialecto es que existen pequeños diccionarios o incluso traducciones de libros de divulgación científica para muchos dialectos. Astérix y Obélix, por ejemplo, también está disponible en dialecto suabo o palatinado.
Muchas personas utilizan estas traducciones como un divertido regalo para los buenos amigos. La riqueza de dialectos no hace sino demostrar la especial diversidad de la lengua alemana en general. Cada alemán tiene ciertos dialectos que aprecia especialmente y otros que le disgustan. En algunos círculos, incluso se considera de buena educación que no gusten ciertos dialectos. En algunos estados federados, a la gente le gusta burlarse de sus vecinos con su dialecto. Pero esto no es más que otro caso de pequeñas disputas regionales que, en conjunto, refuerzan la especial cohesión de Alemania. Los lingüistas también han estudiado los dialectos. En general, el alto alemán es un fenómeno más reciente que los dialectos. Sólo con la difusión de la lengua escrita y los medios de comunicación de masas se generalizó la lengua estandarizada entre la población. Sin embargo, hablar dialecto hoy en día ya no es un estigma en comparación con el pasado.
El único factor decisivo a la hora de utilizar la lengua estándar y el dialecto es el uso apropiado de una lengua que se adapte a la situación en cuestión. Lo ideal sería que los hablantes pudieran distinguir con seguridad entre el código de la lengua oral y el uso de la lengua escrita. Cuando éste es el caso, el dialecto suele ofrecer muchas buenas oportunidades para la expresión oral. Así pues, el dialecto se utiliza como una forma importante de expresión lingüística en todos los sectores de la población. Cuando se oye, a veces incluso se puede asociar a él un determinado sentimiento. En algunas lenguas, los oyentes se sienten como en casa. Otras lenguas les evocan ciertos estereotipos. Un uso consciente de la lengua también puede funcionar artísticamente.