La separación de poderes también forma parte de la cultura política alemana. Y está muy bien organizada en el sistema político de la República Federal de Alemania. Los padres fundadores de la Ley Fundamental y los Aliados se esforzaron mucho tras el final de la Segunda Guerra Mundial tanto por democratizar el país como por proporcionar espacio suficiente para un animado debate político.
Hay una institución distinta para cada ámbito de decisión política y estas instituciones se controlan mutuamente. Por un lado, está el Bundestag como parlamento y, por tanto, legislador. Por otro lado, están los tribunales y el Tribunal Constitucional Federal. Este último vela por la interpretación de las leyes y por que éstas se promulguen de forma políticamente correcta. Esto significa que las leyes inconstitucionales pueden ser rechazadas por el Tribunal Constitucional Federal. Cuando se le remite un caso, examina la ley para asegurarse de que se ajusta a la Constitución. Con esta labor, el Tribunal Constitucional Federal supervisa la legislación del Bundestag.
El Tribunal Constitucional Federal goza de mayor prestigio político en Alemania que casi cualquier otra institución. El Estado alemán dispone de la policía y de un aparato administrativo correspondientemente amplio para dictar decretos y hacer cumplir las leyes. En Alemania, la policía no tiene funciones militares. Es deliberadamente una institución diseñada para proporcionar seguridad a un nivel más civil. Este tipo de ejercicio del poder estatal también distingue a Alemania de muchos otros países del mundo. Garantiza que, aunque la policía haga cumplir la ley, lo haga con sentido de la proporción y no se limite a utilizar la fuerza bruta. Esta característica de la democracia liberal es una cualidad importante de Alemania. Aunque la actuación de la policía y la promulgación de nuevas leyes policiales han dado lugar en repetidas ocasiones a acalorados debates políticos, la naturaleza civil de la policía alemana es una clara característica de este aparato. No es una fuerza militar dentro del país. Podemos alegrarnos de que el sistema político alemán preste una atención muy consciente a los controles y equilibrios a la hora de tomar decisiones políticas.
Este sistema garantiza que los cambios políticos se produzcan mediante la destitución por votación de un gobierno y no mediante un golpe de Estado, así como la aplicación de leyes que respeten las normas básicas de la democracia, establecidas en la Ley Fundamental de la República Federal de Alemania. La Ley Fundamental tiene rango constitucional en Alemania, en todos los Estados federales. Esto significa que, a pesar del federalismo, las disposiciones de la Ley Fundamental siempre prevalecen sobre las normativas de cada uno de los estados federales. Esto significa que cualquier persona en Alemania puede invocar la Constitución y reclamar los derechos que le garantiza la Ley Fundamental.
Los tribunales son independientes de los responsables políticos a la hora de examinar tales quejas. Incluso quienes no creen en la palabra del gobierno o argumentan contra sus planes pueden contar con un juicio justo en todo momento. Esta opción no está disponible en todos los países del mundo. Para los alemanes, ya forma parte de la normalidad.