La actitud del guerrero es un estilo de vida que cambia la forma de afrontar los obstáculos, las decepciones y las dificultades. Como resultado de las comodidades modernas, la domesticación, muchos de nosotros nos hemos vuelto demasiado blandos. Aunque la mayoría de nosotros no tenemos que luchar o pelear la mayor parte del tiempo, una vida de facilidad e indulgencia nos hace débiles y frágiles, dejándonos mal equipados para afrontar los desafíos cuando surgen.
La mentalidad de un guerrero requiere un cambio completo de paradigma. Esto implica endurecerse, aprender a vivir de forma un poco más independiente y hacer frente a los obstáculos. También implica aprender a defenderse. No tienes que ser el próximo Bruce Lee o Batman para tener éxito. Pero hay que tener nociones básicas de defensa personal y saber cuidarse.
He aquí algunas razones importantes.
La autodefensa puede ayudarle a defenderse a sí mismo y a los demás. Aunque vivimos en una época en la que la violencia y las peleas son relativamente raras (gracias a Dios), la realidad es que de vez en cuando tendrás que defenderte. Ya sea por estar involucrado en una pelea de bar o por ser atacado en la calle. En esta situación, tu capacidad para defenderte podría ser la diferencia entre la vida y la muerte, así como la capacidad para proteger a tu familia y seguir con vida.
La autodefensa te eleva a la posición de perro alfa. A veces, la ventaja de la defensa personal no es que te ayude a ganar una pelea, sino cómo te hace sentir y cómo afrontas una situación. Porque, al fin y al cabo, la habilidad física y el poder son las bazas más importantes en la vida. Puedes negociar con alguien o sobornarle, pero si tu interlocutor es más fuerte, más rápido o más peligroso, al final tendrá la última palabra sobre cómo se resuelven las cosas.
Ganas confianza en ti mismo y autoridad cuando eres capaz de luchar cuando es necesario. Te convierte en el "alfa" del grupo (sí, esto también vale para las mujeres) y evita que los demás te presionen. Y si eres capaz de cuidar de ti mismo, puedes actuar como te parezca sin miedo.
La disciplina se refuerza con la formación. Por último, aprender a cuidarse es una actividad beneficiosa en sí misma. El entrenamiento en artes marciales es una forma fantástica de mejorar el bienestar físico y emocional. Hacer hincapié en la disciplina es uno de los aspectos más importantes del dominio de las artes marciales. En un escenario tenso, es importante utilizar la técnica correcta y mantener la calma.
Si practicas la misma patada una y otra vez y aprendes a no prestar atención a tu oponente, sino simplemente a ver un obstáculo que hay que superar. Si aplicas este enfoque a otras áreas de tu vida, verás una notable mejora en tu capacidad para hacer las cosas, mantener la calma y controlar tu propio destino. Por eso la lucha es algo que todo el mundo debería aprender.