Alemania es conocida en todo el mundo por su oro líquido. El hecho de que la cerveza sea parte integrante de la cultura alemana no sólo queda claro por la enorme selección de distintos productores y variedades. La especial calidad del proceso de producción también desempeña un papel importante. La Ley de Pureza alemana estipula lo que hay que hacer para producir una buena cerveza. Deben utilizarse malta, lúpulo, levadura y agua. Deben evitarse los aditivos artificiales superfluos. Los fabricantes de marcas están especialmente orgullosos de la Ley de Pureza.
Se ha consolidado como un importante referente en Alemania. A diferencia de otros países, los amantes de la cerveza de todo el mundo pueden confiar en que aquí les servirán una cerveza sólida como una roca. Y aunque existe un requisito de pureza -o precisamente por ello-, el país cuenta con una variedad especial de cervezas.
Cada productor se esfuerza por ofrecer un manjar especial con su propio método de elaboración, desarrollado con precisión. En Alemania ni siquiera es necesario acudir a tiendas especializadas para comprar cervezas de alta calidad. Todos los supermercados ofrecen una amplia selección de muchos productores diferentes. Y cada estado federado tiene su propia cerveza especial. Los sabores difieren. Mientras algunas regiones tienden a beber cervezas ácidas, a los habitantes de Colonia les gusta que su cerveza sea más bebible. En otras metrópolis, en cambio, la gente apuesta por la cerveza negra. Probablemente no haya otro país en el mundo con una gama tan amplia de opciones. Es bien sabido que el gusto es discutible. Esto también se aplica a la cerveza. Existe un controvertido debate sobre cuál es la mejor. Cada cual tiene sus preferencias. Y aunque los tertulianos no lleguen a una conclusión uniforme, a la mayoría de la gente le sigue gustando.
El país también ofrece el lugar adecuado para tales discusiones: probablemente no haya mejor sitio que una cervecería al aire libre alemana en verano. A la sombra de grandes castaños, la "rubia fresca" puede disfrutarse con todos los trucos del mundo. Para acompañarla, suele pedirse una buena comida. El estado de Baviera ofrece cervecerías al aire libre especialmente hermosas. Pero también hay cervecerías en casi todas las grandes ciudades alemanas. Una amplia representación de la población se reúne en ellas para pasar un buen rato y saborear la cerveza en la lengua. Muchos visitantes también aprecian esta maravillosa oportunidad.
La visita a una gran cervecería al aire libre es una de las atracciones turísticas más importantes por una buena razón. Esta oportunidad ofrece la típica diversión alemana en un bello entorno. Si vive aquí, sin duda apreciará la cervecería al aire libre, así como la gran selección de marcas de cerveza. Forman parte de la cultura del país. El amor por la cerveza también caracteriza el estilo de vida alemán. Sin embargo, esto no significa que en Alemania sólo se pueda beber cerveza.
También es conocida la producción de otras bebidas alcohólicas como el vino, el aguardiente o la sidra. Sin embargo, la cerveza y la Ley de Pureza alemana gozan de una reputación muy especial en todo el mundo. Alemania sería inconcebible sin una buena cerveza.