Una especialidad de Alemania es la bratwurst. No hay otro país en el mundo que ofrezca tantos tipos de bratwurst y los prepare con tanta calidad. Pero no sólo los amantes de la buena cocina encuentran en Alemania su recompensa. Quien aprecie una buena currywurst o guarde un recuerdo especial de la especialidad regional de salchichas, también encontrará en Alemania su lugar. En todos los mercados bonitos hay puestos con salchichas caseras.
Cada región tiene su propia especialidad. Según los habitantes de esta región, ningún otro embutido puede igualar la calidad de su propio producto. El procesamiento especial o ciertas hierbas refinan las especialidades de distintas maneras. A veces, la receta especial es incluso secreta y está muy bien guardada. El mercado donde se venden estas salchichas es muy frecuentado por los alemanes. Y también se pueden degustar bratwursts de todo tipo en cualquier feria o mercado navideño.
En las estaciones de ferrocarril alemanas también suele haber un puesto donde comer rápidamente una currywurst u otra salchicha. La currywurst es un invento especial alemán. Las pequeñas rodajas de salchicha con ketchup y curry son especialmente populares en la capital. Incluso se consideraban uno de los platos favoritos del ex canciller Gerhard Schröder. Todo el mundo puede permitirse una currywurst y además dan un sabor especial a las escapadas. Una buena currywurst va bien con una cerveza fría después del trabajo.
Sin embargo, muchos alemanes también saborean la salchicha especial de Berlín tras una visita al museo. De este modo, la alta cultura se une a la cultura cotidiana. Aunque la currywurst sea un pequeño tentempié, nadie querrá perdérsela. Cuando se trata de productos regionales, se presta atención a la especial calidad de las salchichas. Tanto la elevada proporción de carne como la adición de la cantidad justa de especias garantizan un auténtico sabor a bratwurst.
Si procede de un país donde apenas hay bratwursts, apreciará especialmente esta especialidad alemana y la disfrutará muy conscientemente. Algunos alemanes, en cambio, ya no se fijan tanto en la bratwurst porque forma parte tan integral de sus vidas que ha dejado de ser una especialidad. También se puede comprar bratwurst en piscinas y colegios. En Alemania la comen tanto niños como personas mayores. Los alemanes condimentan sus salchichas favoritas con ketchup o mostaza. Se suelen comer con un panecillo crujiente. Los alemanes también los ofrecen y son el mejor acompañamiento de una buena bratwurst.
Los puestos de bratwurst suelen ofrecer una amplia gama de salchichas diferentes. Dependiendo de su gusto y estado de ánimo, podrá elegir la salchicha adecuada. Desde salchichas con especias picantes hasta pequeñas salchichas de Núremberg, salchichas blancas y galletas de queso, los puestos de bratwurst alemanes ofrecen a sus visitantes una amplia gama de delicias culinarias. Simplemente hay que amar a Alemania por este cultivo especial del patrimonio cultural de la bratwurst. Este alimento sencillo pero delicioso es sencillamente indispensable en el mapa culinario de Alemania.