Google es el motor de búsqueda más popular de Internet. Domina más del 40 % de las consultas de búsqueda en internet y, por tanto, también la publicidad de pago por clic (pay-per-click). El anunciante paga una tarifa por cada clic (CTR) que se muestra. A medida que aumenta el gasto, también lo hace la posición, y a medida que aumenta la posición, también lo hace el tráfico.
Como resultado, más de 140.000 empresas han optado por anunciarse con ellos y lo hacen de varias maneras. En primer lugar, apareciendo en la búsqueda de Google, en segundo lugar, apareciendo en los sitios web de los minoristas y, en tercer lugar, apareciendo en los resultados de búsqueda de los minoristas. La pregunta surge del hecho de que los anuncios aparezcan en la búsqueda de Google. ¿Por qué deciden anunciar sus productos también a través de los minoristas?
Una de las razones es la escalabilidad. Quienes hayan optado por anunciarse en los resultados de búsqueda y hayan visto rentabilizada su inversión acabarán por darse cuenta de que necesitan buscar otras oportunidades publicitarias. Gracias a los miles de sitios web en los que pueden aparecer, los anunciantes consiguen de inmediato un mayor alcance.
Los anunciantes prefieren anunciarse en los sitios web de los distribuidores de Google por varias razones, entre ellas una mayor visibilidad. Dado que el 60 % de los usuarios de Internet no utilizan Google, el anunciante puede llegar a un público más amplio a través de los canales de distribución que elija. Muchos internautas pueden querer comprar un producto, como un teléfono, pero en lugar de encontrar un sitio web que ofrezca ese bien, encuentran un artículo. Si el contenido se publica en un sitio web que utiliza Adsense, los anunciantes utilizarán sin duda este canal para llegar a su público objetivo.
Los anunciantes eligen AdSense por varias razones, una de las cuales es su confianza en Google. La organización es conocida como una empresa ética en la que es divertido trabajar y que proporciona servicios gratuitos a millones de personas en todo el mundo. Los anunciantes creen que su dinero está seguro con Google. A pesar del desarrollo del fraude en los clics y de las desventajas resultantes para los anunciantes, Google parece reconocer que se trata de un problema que quiere atajar y que es probable que lo haga en el futuro. Los anunciantes están satisfechos de que Google reconozca que existe un problema y ofrezca reembolsos en consecuencia.
La confianza en Google se basa en la fe en sus precios. Dado que los precios vienen determinados por las fuerzas del mercado, los anunciantes nunca tienen la sensación de que los editores o Google estén cobrando de más por el servicio. Esto significa que los anunciantes seguirán anunciándose el mayor tiempo posible, pero a precios más bajos.
Los anunciantes también se benefician del hecho de que pueden aparecer allí donde los editores anuncian su servicio. Por ejemplo, un editor que destaca las ventajas de un nuevo programa informático. Si en la página aparece un minorista de software, es casi seguro que el internauta le comprará el producto. Se podría argumentar que si el internauta no está interesado, no hará clic en el anuncio.
El servicio de Google ha dado a empresas de todos los tamaños la oportunidad de anunciarse. Aunque el fraude en los clics sigue siendo un problema, el servicio sigue siendo generalmente reconocido como el mejor. Las nuevas empresas intentan promocionarse en Internet, mientras que las marcas existentes utilizan la misma estrategia para generar interés por sus servicios.