Todos los días, los internautas son bombardeados con correos electrónicos en los que se les pide que compren determinadas cosas o visiten determinados sitios web. Aunque estos correos llegan a diario a las bandejas de entrada de internautas desprevenidos, la mayoría son ignorados. Esto se debe a que los correos electrónicos que son anuncios descarados suelen considerarse spam.
La mayoría de los usuarios de Internet tolera mal el spam. Las reacciones al spam suelen ir desde simplemente ignorar los correos electrónicos hasta denunciarlos a su ISP para que los investigue. Sabemos que a muchos vendedores por Internet les resulta difícil hacer que su marketing por correo electrónico sea discreto.
Por ello, en este artículo encontrará información útil sobre cómo organizar su marketing por correo electrónico con discreción para que no se perciba como spam.
Uno de los factores más importantes para garantizar que su marketing por correo electrónico sea discreto y no se perciba como spam es ofrecer un valor añadido a los destinatarios. Puede tratarse de artículos que inviten a la reflexión, concursos divertidos u otra información relevante que sea útil para el público objetivo. Si los consumidores de correo electrónico se dan cuenta de que un mensaje que han recibido les ofrece algo de valor, como conocimientos o información sobre un tema nicho concreto, es mucho más probable que lean el mensaje y dediquen tiempo a evaluarlo porque no se percibe como spam.
Además de elaborar un texto para convencer a los destinatarios de que el correo electrónico no es spam, las empresas también pueden utilizarlo para hacer publicidad discreta. Puede consistir, por ejemplo, en mencionar productos en publicaciones o enlaces a su sitio web intercalados en el correo electrónico. También es posible mantener la publicidad discreta evitando una redacción que haga afirmaciones escandalosas.
Utilizar superlativos y pregonar la superioridad de determinados productos puede ser percibido como publicidad exagerada. Si esto ocurre, los destinatarios del correo electrónico no creerán que el mensaje es serio porque pensarán que todo el mensaje no es más que un enorme anuncio de sus productos o servicios.
Otra forma de mantener la publicidad discreta es enviar sus correos electrónicos únicamente a personas que estén realmente interesadas en sus productos y servicios. Esto es muy importante porque si los usuarios de correo electrónico reciben un mensaje que no tiene nada que ver con sus intereses, es poco probable que se lo tomen en serio y pueden percibirlo como pura publicidad. Sin embargo, si el correo electrónico sólo se envía a personas que comparten un interés común, parecerá más personalizado. Entendiendo que la mención de productos o servicios es ocasionalmente necesaria, es poco probable que los destinatarios del correo electrónico en este escenario vean cada referencia a un producto como marketing.
Si el contenido del correo electrónico está diseñado como si no procediera directamente del empresario, el marketing por correo electrónico sigue siendo sutil. Es posible que el texto haga referencia a los artículos y servicios como si los vendiera un tercero. Como la publicidad no parece proceder directamente del empresario, parece más discreta.
Por último, mantener los enlaces a su propio sitio web en un mínimo absoluto puede ayudar a garantizar que sus esfuerzos de marketing por correo electrónico no se perciban como publicidad agresiva. La mayoría de los internautas consideran que los enlaces de un sitio web a otro son puramente comerciales. Por lo tanto, puede ser beneficioso para los propietarios de empresas que comercializan una campaña de correo electrónico mantener los enlaces al mínimo y cuidadosamente entretejerlos incluso en el material más inocuo. Los enlaces deben presentarse como si sólo pretendieran darle la oportunidad de obtener más información sobre los productos y no persuadirle para que los compre.
Puede que merezca la pena contratar a un redactor con esta experiencia para asegurarse de que el texto transmite el mensaje deseado y tiene el impacto deseado en los destinatarios del correo electrónico.